Nuestra gran fortaleza fue que nos motivamos de inmediato al conocer el hecho de que debíamos mantener un huerto, pero al ver el estado en que se encontraba el terreneo, nos complicamos. Más, con el correr del tiempo, nos alegramos de ver que el trabajo en equipo rindió frutos, a pesar que los brotes tardaron en aparecer, nos dimos cuenta de que junto con ser buenos compañeros y amigos, logramos ser un buen equipo de trabajo, incluso cuando descubrimos la mantención de un huerto en equipo, ya que ninguno de nosotros tenía experiencia en ese ámbito.
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